Compatibilizar un empleo con los estudios no es tarea fácil. Quienes lo hacen saben que implica esfuerzo, constancia y mucha organización. El tiempo parece no alcanzar, los días se hacen eternos y, a veces, la motivación se tambalea. Sin embargo, también es una de las experiencias más enriquecedoras a nivel personal y profesional, porque te obliga a desarrollar disciplina, constancia y capacidad de superación.
En este artículo compartimos consejos y estrategias para trabajar y estudiar al mismo tiempo sin perder el equilibrio (ni la cordura).
1. Acepta que no eres un superhéroe/a
Uno de los primeros errores al intentar compaginar estudios y trabajo es querer hacerlo todo perfecto. La realidad es que los días solo tienen 24 horas, y aunque quieras, no podrás con todo al mismo tiempo. Asumir que habrá días caóticos, tareas que tendrás que posponer y momentos de cansancio es parte del proceso.
👉 Consejo: aprende a priorizar. Pregúntate: ¿qué es urgente?, ¿qué es importante?, ¿qué puede esperar? Esta sencilla reflexión diaria evita frustraciones innecesarias.

2. Organiza tu tiempo con un calendario realista
El tiempo es tu recurso más valioso. Si no lo gestionas, se escapará sin que te des cuenta. Tener un calendario (digital o en papel) donde combines horarios de trabajo, clases, estudio y descanso es fundamental para no sentir que vives apagando fuegos.
👉 Consejo: dedica un rato cada domingo para planificar tu semana. Incluye horas de trabajo, clases, estudio, pero también ocio y descanso. Cumplir con el calendario al 100% es difícil, pero tenerlo como guía te da dirección y evita el caos.
3. Divide las metas grandes en tareas pequeñas
Cuando tienes exámenes, trabajos, prácticas y además las responsabilidades del empleo, es fácil sentirse abrumado/a. Lo que realmente funciona es dividir cada meta grande en tareas pequeñas y manejables.
👉 Ejemplo: en lugar de poner “estudiar para el examen de contabilidad”, prueba con:
- Leer el tema 1 y hacer resumen.
- Practicar ejercicios del tema 2.
- Repasar apuntes clave del tema 3.
De esta manera, cada pequeño avance te motiva y te acerca al objetivo final.
4. Aprende a decir “no”
Compaginar estudios y trabajo implica que tu tiempo es limitado. Si aceptas todos los planes, favores o tareas extra, terminarás agotado/a. Decir “no” no es egoísmo: es autocuidado.
👉 Consejo: explica a tus amigos o familiares que tu agenda está más apretada de lo normal y que necesitas equilibrar tu tiempo. Las personas que te aprecian lo entenderán.
5. Aprovecha los pequeños huecos
No siempre tendrás largas horas para estudiar. Muchas veces, tu jornada laboral y académica te dejarán apenas ratos sueltos. La clave está en aprovecharlos.
👉 Ejemplo:
- Escuchar un podcast educativo mientras vas al trabajo.
- Repasar apuntes durante la pausa de la comida.
- Avanzar lecturas en el transporte público.
Estos momentos, sumados, marcan una gran diferencia.

6. Crea rutinas de estudio efectivas
Trabajar y estudiar a la vez exige ser eficiente. No puedes permitirte sesiones eternas que no cunden.
👉 Consejo: utiliza técnicas como Pomodoro (25 minutos de concentración + 5 minutos de descanso) o la regla de las “tres tareas”: cada día céntrate en completar tres cosas importantes en lugar de intentar abarcar todo. Esto reduce el estrés y aumenta tu productividad real.
7. Cuida tu salud física y mental
Cuando la agenda se llena, lo primero que sacrificamos suele ser el descanso, la alimentación y el tiempo personal. Error. Sin energía ni bienestar, ni el trabajo ni los estudios saldrán bien.
👉 Hábitos clave:
- Dormir al menos 7 horas.
- Comer equilibrado (no sobrevivir solo a base de café).
- Hacer algo de ejercicio, aunque sean 15 minutos diarios de caminata.
- Reservar tiempo para desconectar: leer, meditar o simplemente descansar sin hacer nada.
Recuerda: descansar también es productivo.
8. Usa la tecnología a tu favor
Hoy en día existen herramientas que facilitan la organización y el estudio. No aprovecharlas es perder oportunidades de ahorrar tiempo y energía.
👉 Algunas recomendaciones:
- Google Calendar para planificar horarios.
- Notion o Trello para organizar tareas y proyectos.
- Forest o Focus To-Do para concentrarte evitando distracciones en el móvil.
- Plataformas de formación online que te permiten estudiar de manera flexible.
9. Habla con tu entorno laboral y académico
A veces intentamos cargar solos con todo, cuando lo más práctico es comunicarlo. Informar a tu jefe de que estás estudiando o hablar con tus profesores sobre tu situación puede abrir puertas a más comprensión y flexibilidad.
👉 Consejo: no se trata de pedir favores constantes, sino de explicar tu situación para que valoren tu esfuerzo. Muchas empresas apoyan a empleados que estudian, y en los centros de formación también suelen ofrecer alternativas en casos especiales.
10. Mantén la motivación clara
Habrá días en que el cansancio pese más que la motivación. En esos momentos, lo que te sostendrá será recordar por qué decidiste trabajar y estudiar al mismo tiempo.
👉 Ejercicio práctico: escribe en un papel tu meta principal: obtener un título, mejorar tu perfil profesional, cambiar de empleo, etc. Colócalo en un lugar visible. Cada vez que sientas que no puedes más, recuérdate que todo este esfuerzo tiene un propósito.
💡 Trabajar y estudiar a la vez no es sencillo, pero tampoco imposible. Con una buena organización, hábitos saludables y mucha disciplina, es posible avanzar en tu formación sin descuidar tu empleo.
El secreto está en planificar con realismo, aprender a priorizar y mantener la motivación en alto. Y lo más importante: no olvides cuidarte, porque solo con energía y bienestar podrás dar lo mejor de ti en ambos ámbitos.
Recuerda que esta etapa, aunque dura, es temporal. Cuando mires atrás, te sentirás orgulloso/a de haber demostrado que con constancia y organización se puede llegar muy lejos.
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