Estudiar y trabajar al mismo tiempo es una tarea difícil que requiere responsabilidad y puede resultar una barrera con obstáculos en los tiempos que corren. Si te encuentras en esa situación, una buena planificación, tu fuerza de voluntad y, sobre todo, muchas dosis de positividad son las claves que te harán el camino mucho más llevadero.
¿Sabes cuáles son las pautas más importantes que debes seguir?
1. Organizar la materia de estudio. Para empezar a organizarte lo primero que debes revisar es el volumen total de lo que tienes que preparar y dividirlo entre los días que te quedan para terminar el curso. Se podrían dedicar aproximadamente 20 horas semanales, repartidas en tres horas diarias y dos horas en uno de los días del fin de semana. Si no entras a trabajar muy temprano, puedes dedicar las primeras horas de la mañana para estudiar y quitarte materia. A última hora del día, nuestro cerebro está menos despejado y se nota en el rendimiento pero, sin embargo, se reducen las distracciones.
2. Crear un horario semanal y planificar nuestra agenda. Hay que estimar cuántas horas le dedicarás al estudio según tu jornada de trabajo. La primera hora de la mañana es la más productiva y se está más alerta, así que puedes aprovechar ese periodo para los temas que requieran más concentración. Por el contrario, a última hora del día solemos estar saturados y menos despejados, con lo que es mejor utilizar este momento para realizar únicamente un ligero repaso. Hacerte un calendario con los días y las horas y plasmarlo en un lugar fijo para que siempre lo puedas ver es la mejor opción para llevarlo acabo.
3. Ten constancia con tu espacio de estudio. Debes tener un lugar fijo donde estudiar. Si cambiamos constantemente de sitio las distracciones irán aumentando.
4. Confía en tus capacidades. Con una buena planificación y asumiendo todas las responsabilidades… ¡puedes alcanzar tus metas!
