Existen miles de conversaciones y debates sobre el tema, pero muchas personas todavía no saben a ciencia cierta qué es el lenguaje inclusivo. En AFS Formación nos comprometemos día tras día a realizar un uso no sexista del lenguaje así que queremos contarte de qué se trata para que tengas unas nociones al respecto.
¿Qué es el lenguaje inclusivo?
El lenguaje incluso, no sexista o de género neutro es un conjunto de técnicas que se emplean para hacer un uso más igualitario del lenguaje, con el fin de no caer en estereotipos sexistas o en roles de género que no hacen más que perpetuar prejuicios.
De este modo, a través de diferentes estrategias lingüísticas, se trata de evitar caer, de manera involuntaria en la mayoría de las ocasiones, en expresiones que inciden en desigualdades, prejuicios y estereotipos que hoy día tratamos de superar como sociedad. Como decimos, la mayoría de estos convencionalismos del lenguaje son aprendidos desde la infancia por lo que es necesario prestar atención para dejar de hacer un uso sexista del lenguaje.
¿Por qué es importante el lenguaje inclusivo? Ejemplos
Para muchas personas el uso del lenguaje inclusivo no tiene sentido, pero en realidad es una manera fantástica de transmitir generación tras generación una idea basada en la igualdad. Del mismo modo que a través de la lengua se han establecido en el imaginario diferentes roles de género, ese efecto se puede revertir en pro de una sociedad más igualitaria. Nada mejor que unos ejemplos para ver su relevancia.
1. Evitar asimetrías en el tratamiento
Si decimos que es importante no hacer referencia al estatus de una mujer con respecto a un hombre a la hora de usar el lenguaje quizá no sepas muy bien a qué nos referimos, pero con un ejemplo que se ha repetido durante décadas se ve claro: “Sr. Rodríguez y esposa”.
En este caso, el estatus de la mujer sería el de “esposa de”, aunque también encontramos el de “madre de” o “hija de” con referencia un varón. Esto es bastante común cuando es una persona independiente que se puede reconocer de manera individual, por lo tanto lo correcto sería indicar “Sr. Rodríguez y Sra. Martínez” y, si fuera necesario por relevancia del contexto indicar la situación sentimental de ambos, hacerlo de otra manera, equiparando a ambas personas.
2. Desmontar los estereotipos de género
El lenguaje inclusivo también trata de eliminar estereotipos de género que van muy ligados a las profesiones. Por ejemplo, cuando se dice “el médico y las enfermeras” en términos generales, sin ser ese equipo preciso el formado, y dando a entender que médico ha de ser un hombre y enfermera una mujer, cuando ambos géneros pueden ocupar ambos puestos de trabajo.
Es muy claro en algunas profesiones, en las que se acostumbra a oír cosas como “las mujeres de la limpieza” cuando lo correcto sería decir “el personal de limpieza”. Otro ejemplo muy claro de roles de género que se da de forma muy común es el de atribuir el rol de cuidadora a la mujer, cuando es un papel que ambos progenitores pueden cumplir a la perfección. Así, nos encontramos comunicaciones que indican cosas como “Las madres llevar el control de tareas”, cuando es mucho más sencillo e inclusivo indiciar “los progenitores deberán llevar el control de tareas”.
3. Acabar con la discriminación
En el fondo, lo único que se pretende con el uso no sexista del lenguaje es acabar con la discriminación y fomentar un ambiente igualitario, en el que de manera sencilla, las nuevas generaciones no interioricen conceptos tan desiguales a la hora de expresarnos. De este modo, a la hora de enunciar determinadas cuestiones se puede escapar del empleo del masculino genérico para todo por expresiones de género neutro que son mucho más inclusivas y que, además, son fáciles de interiorizar.
Es tan sencillo como en lugar de decir “los profesores” hacer referencia al “profesorado”, también decir “el servicio de enfermería” en lugar de “las enfermeras” o “el alumnado” en lugar de “los alumnos”.
Conclusiones
Como puedes comprobar, el lenguaje inclusivo solo vela por una sociedad más igualitaria partiendo de una base muy sencilla: cómo nos expresamos. No hay que olvidar que el lenguaje es una parte muy importante de nuestro día a día y que no solo sirve para comunicarnos, también para asentar ideas y conceptos que, repetidos año tras año, hacen que determinadas ideas se asienten en el imaginario colectivo.
En AFS Formación queremos crear un futuro de bienestar para todas las personas que pasan por nuestros centros, pero también trasmitir determinados valores que hagan nuestra sociedad un poco más amable con todos. Así, estamos comprometidos en materia de igualdad, llevando a cabo no solo un uso no sexista del lenguaje, sino diferentes acciones comprometidas con la causa para luchar a favor de una sociedad más equitativa.