En el momento en el que tenemos que encarar la preparación teórica de alguna materia somos muchas las personas que buscamos métodos para mejorar la concentración, la memoria, o incluso para estudiar con el fin de mejorar los resultados. Si para ti con el método pomodoro no es suficiente, hoy te presentamos la técnica de estudio Feynman, con la que podrás asentar diferentes conceptos hasta el punto de dominar un tema, ¡vamos a ver por qué!
¿Quién era Richard Feynman?
Empecemos por las presentaciones y es que, el nombre de “método Feynman”, como también se le conoce, no viene de la nada. Richard Feynman era un afamado físico teórico ganador del Premio Nobel de Física en 1965. Es considerado uno de los científicos más brillantes del siglo XX por su trabajo en la formulación de la electrodinámica cuántica.
Otro dato interesante sobre Feynman es que participó en el Proyecto Manhattan, siendo uno de los artífices de la investigación para la consecución de las armas nucleares junto con Oppenheimer, tan de moda ahora a causa de la reciente película.
Además de todas estas cuestiones, Feynman destacaba en otro campo: el de la comunicación. Era un orador excepcional y tenía una habilidad única para explicar conceptos complejos de la física de manera accesible para el público general. Esto le llevó a ser un reputado profesor del famosísimo Instituto de Tecnología de California (Caltech). Como ves, gracias a esta fama de “El Gran Explicador”, surge esta técnica con su nombre y es que, consiste precisamente en lo que predicaba el científico: hacer las explicaciones accesibles.
¿Cómo es la técnica de estudio Feynman?
1. Elegimos el concepto o tema a estudiar
Lo más fácil dentro de la técnica de estudio Feynman es empezar, pues lo que tenemos que hacer es elegir el concepto de estudio que vamos a desarrollar durante nuestra jornada. Lo anotaremos al principio de un documento y ¿después?
2. Desarrollar e identificar conocimientos y dudas
Después lo que tenemos que hacer es desarrollar todo nuestro conocimiento sobre el tema en ese mismo documento. Lo haremos de manera simple, como si le estuviéramos explicando dicho concepto o materia de estudio a alguien que no hubiera oído hablar de ello jamás.
Mientras redactamos ya seremos capaces de ir descubriendo en qué puntos de dicho concepto estamos fuertes y en cuáles nuestros conocimientos cojean y, en ese mismo punto, reside la importancia de la técnica de estudio Feynman.
3. Releer e identificar debilidades
Una vez que hemos realizado todo ese trabajo de desarrollo simplificado tenemos que releerlo y centrarnos en esas lagunas de conocimiento que tenemos. Estudiaremos más sobre esos conceptos que nos fallan dentro de ese campo y, una vez que lo tengamos todo más claro…
4. Reescribir y simplificar
Tendremos que volver a escribir la explicación, de la manera más simple posible, y explicando de nuevo y de manera muy desgranada todos esos conceptos en los que hemos identificado nuestras debilidades.
¿Qué ventajas tiene usar el método Feynman?
Hacerlo de esta manera nos asegura indagar tanto en el concepto que estamos estudiando que acabemos desarrollando gran maestría al respecto. No se nos escapará nada relacionado porque tendremos que investigarlo tanto gracias a la técnica de estudio Feynman que dominaremos ese concepto y muchos otros que se relacionan.
Quizá aquí reside el éxito que tuvo también en la docencia el ganador del premio Nobel y es que, con el método Feynman, ahondar y dominar conocimientos es más sencillo. ¿Quieres aprender nuevos conocimientos o dominar algunos que ya tienes? Entonces, además de aplicar esta técnica de estudio no dudes en revisar el catálogo de cursos de afsformacion.com y disfrutar de una enseñanza de calidad a la altura de tus expectativas.